El acto de homenaje a la persona más longeva, una ruta senderista por el Torcal de Antequera y una visita cultural a Iznájar compondrán la programación

La alcaldesa de Fuente-Tójar, Mari Fe Muñoz, ha presidido junto a la delegada de Bienestar Social del Ayuntamiento, M. Carmen Leiva, y el educador social, Francisco Alarcón, una reunión con la Asociación de Mayores de la localidad a fin de coordinar las actividades principales que se van a organizar con este colectivo en los próximos meses, como la Semana Cultural que se celebrará del 20 al 25 de octubre. 

Una sesión «que sirve de espacio de diálogo para conocer las inquietudes de las personas mayores que son los verdaderos beneficiarios de esta programación», ha manifestado la máxima responsable municipal, quien ha adelantado que, entre otras muchas actividades, la Semana Cultural se inaugurará con el ya tradicional homenaje a la persona más longeva del municipio, una ruta senderista por el Torcal de Antequera y un viaje cultural al vecino municipio de Iznájar, «clausurando la edición con el almuerzo de convivencia organizado por la Asociación de Mujeres ‘San José’, como cada año».

Igualmente, durante el encuentro también se han abordado otros asuntos como la fecha en que se realizará el viaje cultural que cada año se organiza desde el Área de Bienestar Social, «que este año tendrá lugar en la última semana de septiembre dedicando tres o cuatro días a visitar ciudades monumentales y patrimoniales como Mérida o Cáceres«, ha informado Muñoz, añadiendo que esta actividad está dirigida a personas a partir de 50 años.

«Para este equipo de Gobierno es prioritario que nuestros mayores disfruten de un envejecimiento activo y saludable, de ahí que a lo largo de todo el año organicemos multitud de actividades con este colectivo tojeño«, ha subrayado la alcaldesa.

Por último, Muñoz ha destacado que esta acciones «contribuyen al bienestar personal y social de las personas mayores porque permite tener un desarrollo pleno a medida que envejecen y, de esta forma, favorecemos los hábitos saludables y la calidad de vida de todas las personas con el objetivo de permitirles contar con más independencia, autonomía, participación y dignidad«, cumpliendo con los cuatro pilares del envejecimiento activo «que son el bienestar emocional, la cohesión social, la resiliencia y el crecimiento cognitivo».